Las cosas que pasan en la vida....
Don Rafael Medina Lamas, párroco de la pequeña iglesia del Salvador en Jaén, con 103 años y tras 82 años ejerciendo su ministerio, pobre materialmente pero fiel seguidor de Jesús en todos los aspectos de su vida, agoniza en el ala de menesterosos del hospital de San Juan de Dios de Granada.
En el lecho de muerte, asistido por una monjita que hace las veces de enfermera, levanta un poco la mano, y en un susurro llama a la monja:
"Sor Maria... puede usted hacer el favor de acercarse, quisiera decirle algo muy importante"
"Sor Maria... puede usted hacer el favor de acercarse, quisiera decirle algo muy importante"
La monja, pensando que le ha llegado la hora, se acerca rápidamente y pega su oido a la cara del anciano cura para no perder detalle de lo que va a decir.
Entonces el cura le hizo una extraña petición: "Quisiera que en el lecho de muerte, vinieran a verme Jose Luis Rodriguez Zapatero y Manuel Chaves González (si, si, se llama así, tiene dos apellidos)" dicho esto, el párroco se relajó en la cama y quedó semidormido esperando.
La monja, un poco extrañada, transmitió la petición al director del hospital, y este mandó un telegrama urgente a la moncloa exponiendo el caso a ZP y explicandole que aunque parecía la inocente última voluntad de un moribundo, no estaba obligado a cumplirla.
Zp estaba tirando el telegrama cuando a Chaves se le ocurrió una idea....: "A este cura lo conozco yo de cuando estudiaba en Ceuta en un colegio religioso, y puede ser una buena opción de demostrar que estamos más próximos al pueblo que los del PP. Podemos aceptar, llamamos a todos los medios afines a nuestra causa, y a los otros para jorobarlos bien, vamos y acompañamos al viejo en su muerte. Eso nos puede valer un montón de votos, y además salimos en la tele, la radio, etc"
"Sabes, Manolo"- dijo Zp- "pues no estás tan chocho como parecía, tu idea es muy buena, no se hable más"
Llaman al vicepresidente, para que se haga cargo de avisar a todo el mundo y se quede a cargo del gobierno de la nación mientras ellos van en "misión humanitaria" a las provincias.
A su llegada al hospital, estaba todo el mundo allí esperando, Gabilondo, Buenafuente, Bardem, miles de cámaras y periodistas que se arremolinaban a la entrada del centro, para inmortalizar el hecho. Dentro solo pudieron entrar los que estaban acreditados ante el gabinete de presidencia.
Llegan a la habitación, rodeados por la prensa y se encuentran al párroco, en sus últimos momentos de vida, que les dirige una sonrisa y los llama débilmente con un gesto de la mano, Zp se pone a su izquierda, Chaves a su derecha, le cogen las manos y, haciendo todo el teatro que pueden, lo miran tiernamente.
La monja, un poco extrañada, transmitió la petición al director del hospital, y este mandó un telegrama urgente a la moncloa exponiendo el caso a ZP y explicandole que aunque parecía la inocente última voluntad de un moribundo, no estaba obligado a cumplirla.
Zp estaba tirando el telegrama cuando a Chaves se le ocurrió una idea....: "A este cura lo conozco yo de cuando estudiaba en Ceuta en un colegio religioso, y puede ser una buena opción de demostrar que estamos más próximos al pueblo que los del PP. Podemos aceptar, llamamos a todos los medios afines a nuestra causa, y a los otros para jorobarlos bien, vamos y acompañamos al viejo en su muerte. Eso nos puede valer un montón de votos, y además salimos en la tele, la radio, etc"
"Sabes, Manolo"- dijo Zp- "pues no estás tan chocho como parecía, tu idea es muy buena, no se hable más"
Llaman al vicepresidente, para que se haga cargo de avisar a todo el mundo y se quede a cargo del gobierno de la nación mientras ellos van en "misión humanitaria" a las provincias.
A su llegada al hospital, estaba todo el mundo allí esperando, Gabilondo, Buenafuente, Bardem, miles de cámaras y periodistas que se arremolinaban a la entrada del centro, para inmortalizar el hecho. Dentro solo pudieron entrar los que estaban acreditados ante el gabinete de presidencia.
Llegan a la habitación, rodeados por la prensa y se encuentran al párroco, en sus últimos momentos de vida, que les dirige una sonrisa y los llama débilmente con un gesto de la mano, Zp se pone a su izquierda, Chaves a su derecha, le cogen las manos y, haciendo todo el teatro que pueden, lo miran tiernamente.
Intenta levantar la cabeza y Zp, muy solemne, silencia a los asistentes "Silencio, por favor, este venerable anciano quiere expresar su último pensamiento en este mundo, seamos respetuosos"
Se hace un silencio de muerte y el párroco dice, con voz muy débil:
"Jose Luis, ¿estás aquí?"
"Sí, D. Rafael, estoy a su izquierda"
"¿Y tú, Manolito, estás aquí? perdona por los pescozones que te daba, hijo, pero es que siempre has sido muy burro"
"Sí, Padre, estoy a su derecha, no hay nada que perdonar, seguro que me los merecía, pero hemos cambiado y somos hombres de provecho"
"Sabes que a mí siempre me ha gustado en todas las etapas de mi vida, tener a Jesús como luz y como ejemplo, ¿verdad, Manolito?"
"Si, Padre, usted siempre ha seguido su ejemplo, ¿para decirme esto nos ha llamado?"
"No, hombre, siempre tan torpe... os he llamado porque para poder morir como Jesucristo, tenía que estar franqueado por dos ladrones, y no se me ocurrían otros con más mérito"
Se hace un silencio de muerte y el párroco dice, con voz muy débil:
"Jose Luis, ¿estás aquí?"
"Sí, D. Rafael, estoy a su izquierda"
"¿Y tú, Manolito, estás aquí? perdona por los pescozones que te daba, hijo, pero es que siempre has sido muy burro"
"Sí, Padre, estoy a su derecha, no hay nada que perdonar, seguro que me los merecía, pero hemos cambiado y somos hombres de provecho"
"Sabes que a mí siempre me ha gustado en todas las etapas de mi vida, tener a Jesús como luz y como ejemplo, ¿verdad, Manolito?"
"Si, Padre, usted siempre ha seguido su ejemplo, ¿para decirme esto nos ha llamado?"
"No, hombre, siempre tan torpe... os he llamado porque para poder morir como Jesucristo, tenía que estar franqueado por dos ladrones, y no se me ocurrían otros con más mérito"
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