EL JARDÍN DE OSCA

Desde fuera nos ven muy bien
A Zaragoza llegan muchos extranjeros atraídos por nuestra cultura, pero también por nuestro carácter. Y no sólo les interesa el fenómeno Expo 2008..

POR JOAQUÍN CARBONELL


A Zaragoza vienen muchos más extranjeros de los que pensamos. Aunque nos parezca extraño hay gente en el mundo que se admira de nuestra ciudad. No pasa una semana sin que me entreviste con algún personaje que me muestra su interés por nuestras cosas, lo que suscita en mí una extrañeza enorme. Lo que detecto de inmediato es que estos extranjeros realzan cosas, edificios, costumbres o talentos que para mí pasan desapercibidos.

Estuve el jueves con Maryse Bergonzat, una periodista free lance que acudió a Zaragoza para realizar un reportaje sobre la ciudad que acogerá la Expo. Me dejó de piedra descubrir la cantidad de información que acumulaba sobre cualquier aspecto de nuestra cultura, incluidos bares que yo no conocía. Y por supuesto, habla español al detalle.

El idioma les fascina a todos. La profesora sueca Anna Lorentzon lleva 16 años viniendo a nuestra tierra, trayendo a chicos y chicas suecos, para que estudien español. Ha descubierto que en Aragón hablamos un idioma cercano a la perfección y sobre todo, le tranquiliza saber que las familias zaragozanas son ejemplares, perfectas para acoger a chicos que buscan tranquilidad para estudiar.

Ya ven, no es solo la Expo la que atrae a extranjeros que sienten fascinación por nuestra tierra. Todos me repiten que debemos ser más generosos con nosotros mismos, que debemos vender mejor nuestras virtudes. Eso me lo repite desde hace años Philippe Charlot, componente de Tonton Georges Trio, que estuvieron en el Cerbuna y en la Campana mostrando el grado de excelencia que poseen como músicos interpretando las canciones de Georges Brassens. Los tres están rendidos ante nuestra gastronomía y nuestro vino, lo que viniendo de unos franceses es un halago casi sagrado.

Sin duda hemos de mejorar nuestro amor propio. Me lo recordaba alguien que, sin ser foráneo, ha vivido fuera un tiempo: Cristina Marín, galerista que estudió y trabajó en Estados Unidos, y que afronta el reto de abrir una sala de arte en una tierra sin apenas coleccionistas. Ella apuesta por el talento local, por los artistas aragoneses, que en demasiado silencio son capaces de pergeñar retazos que a menudo asombran a los galeristas que llegan de fuera a descubrir genios ocultos.

Maryse Bergonzat habla mañana en una entrevista que le hago y una de las cosas que me sorprendió fue escucharle decir que "El Pilar ensombrece Zaragoza". Vivimos a la sombra del grandioso templo mariano, que absorbe cualquier otro icono. Maryse en cambio está enamorada de La Seo, una joya a la que los aragoneses no concedemos tanta importancia. A lo mejor es conveniente alejarse para ver. Escuchar a los que vienen de fuera para descubrir otro panorama de nosotros. Creernos por una vez que somos estupendos.

Mi comentario

Desgraciadamente los extranjeros conocen nuestra tierra mucho mejor que nosotros mismos y como la ven con ojos distintos es lógico que la vean distinta y sepan sacarle tajada Zaragoza es una gran ciudad muy desconocida para todos, fascínate si se sabe bucear un poco en ella Lo malo que los propios zaragozanos hemos hecho una ciudad de paso y así nos luce el pelo