La «habitación del pánico» de Morín No al ABORTO
Encerraba bajo llave a embarazas de más 22 semanas para evitar «sorpresas» durante el aborto ? La clínica usaba un piso registrado como fundación para evitar las inspecciones
En la planta de arriba de la clínica TCB se encontraba el piso franco; en la de abajo, el triturador industrial.
Ana Domingo Rakosnik
BARCELONA- Las subían a la planta superior que, en teoría, no estaba registrada como clínica, cerraban la puerta con llave y procedían a llevar a cabo el aborto ilegal. Uno de los testigos protegidos, clave en la investigación policial en las clínicas del doctor Morín, relató a las autoridades que hace unos ocho años y después de que el departamento de Salud de la Generalitat cerrase provisionalmente «las actividades de IVE (intervención voluntaria del embarazo) en la clínica Ginemedex», todos los abortos, legales e ilegales, pasaron a realizarse, por decisión del propio Morín, en la clínica TCB.
Fue entonces cuando el presunto ideólogo de la trama abortista «registró [la planta superior del centro TCB] a nombre de la Fundación Morín», explicó el testigo, de esta manera «se evitó la inspección de Sanidad en estas dependencias». Precisamente, durante «unos nueve años aproximadamente», esta parte de la finca fue utilizada para intervenir a las mujeres cuya gestación superaba las 22 semanas. «Cuando la paciente llega a la clínica TCB en un estado avanzado se la hace subir a la planta de arriba, que se cierra con llave para que nadie pueda interrumpir por sorpresa en la intervención de aborto ilegal que se practica», señala el sumario.
En el número 34 de la calle Dalmases, la clínica TCB estaba situada en «una torre» alquilada y fue dirigida por la esposa de Morín, María Luisa D. S., y la hija de ésta. En la planta baja estuvo instalado el «triturador industrial» y a través de una escalera se accedía a la planta superior, donde había «un microquirófano y cuatro habitaciones», contó el testigo. Eran las dependencias en las que se escondía a las pacientes y se les practicaba el aborto ilegal.
Precisamente la inspección llevada a cabo por la Subdirección General de Evaluación e Inspección de Asistencia Sanitaria catalana reveló que los planos del piso no se correspondían con la disposición real de la Fundación. «Los espacios no coinciden con una consulta convencional de ginecología, tal y como consta en la autorización administrativa de funcionamiento, ni con los espacios descritos en los planos», describe el Informe definitivo sobre las visitas de inspección
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