Zapatero, “el laico”, clausura el Ramadán
No entiendo nada. Resulta que el presidente del país en el que vivo, el que me representa, se declaró laico hace tiempo. Legítimamente, advirtió que él era de esos que no creía en Dios y que prefería no arrimarse a ninguna religión. Una opción, como digo, respetable, faltaría más.
De hecho, su partido ha abierto algunos debates sobre la inconveniente presencia de signos religiosos en algunas ceremonias institucionales del Gobierno, de ceremonias religiosas en actos del Estado, de fórmulas como el juramento en la toma de posesión de ministros… Todo por la laicidad. Bueno.
Pues ahora José Luis Rodríguez Zapatero ha acudido a Estambul como invitado de honor de Recip Tayyip Erdogan, el primer ministro de Turquía, a la comida con la que se ha roto el ayuno diario del Ramadán. Públicamente, a la vista de todos, dijo que se sentía muy halagado de estar allí.
El acto lo organizaba, ni más ni menos, que el AKP, es decir, el Partido de la Justicia y el Desarrollo que lidera Erdogan y que estuvo a punto de ser ilegalizado en Turquía hace dos meses por ser precisamente un “foco de actividades antilaicas”: le salvó un solo voto.
A la vista de lo sucedido, se me ocurren estas preguntas: ¿Quiere esto decir que Zapatero ha cambiado de modo de pensar y viajará, por ejemplo, a Roma para asistir a la próxima ceremonia religiosa junto a Benedicto XVI? ¿O quiere esto decir que el jefe del Ejecutivo más que laico es anticatólico? ¿Cómo puede olvidar Zapatero que el islamismo no permite la libertad religiosa en muchos de los países donde rige? ¿Dónde están De la Vega, Chacón o Bibiana Aído para recordarle que el Islam pisotea los derechos de la mujer?
Lo dicho. Cada vez entiendo menos de esta España profunda.
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