Monseñor Piris, Obispo de Lerida, es un Ladron




EL Obispo Piris, de Lerida, es un ladrón


lunes, 21 de septiembre de 2009

NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR…

NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR…

LOS TRES CONSEJOS:

Una pareja de recién casados era muy pobre y vivía de la caridad en un pueblecito del interior.

Un día el marido le hizo la siguiente propuesta a su esposa:

“Querida yo voy a salir de la casa, voy a viajar bien lejos, buscar un empleo y trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida más cómoda y digna. No sé cuanto tiempo voy a estar lejos, solo te pido una cosa, que me esperes y mientras yo este lejos, me seas fiel a mí, pues yo te seré fiel a tí”.

Así, siendo joven aún…, caminó muchos días a pie, hasta encontrar un hacendado que estaba necesitado de alguien para ayudarlo en su hacienda. El joven llegó y se ofreció para trabajar y fue aceptado. Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también.

El pacto fue el siguiente:

“Déjame trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo deba irme, me libera de mis obligaciones:

Yo no quiero recibir mi salario mes a mes, le pido señor, que me coloque en una cuenta el ahorro hasta el día en que me vaya. El día que yo salga Ud. me dará el dinero que yo he ganado”.

Estando ambos de acuerdo. Aquel joven trabajó durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso.

Después de veinte años se acercó a su patrón y le dijo: “Patrón, yo quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa”.

El patrón le respondió:

“Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, sólo que antes quiero hacerte una propuesta: yo te doy tu dinero y tú te vas, o te doy tres consejos y no te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Vé, piénsalo y me das la respuesta”.

El pensó durante dos días…., busco al patrón y le dijo: “Quiero LOS TRES CONSEJOS”.

El patrón le recordó: “Si te doy los consejos, no te doy el dinero”.

Y el empleado respondió: “Quiero los consejos”.

El patrón entonces le aconsejó:

1º. <”NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA”, caminos más cortos y desconcertantes pueden costarte la vida.>

2º. <”NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLOS QUE REPRESENTE EL MAL”, pues la curiosidad por el mal puede ser fatal>.

3ª.

Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, ¡que ya no era tan joven!, así:

“Aquí tienes tres panes, dos para comer durante el viaje de regreso a tu casa, y este tercero es para comer con tu esposa cuando llegues a tu casa”.

El hombre entonces emprendió su camino de vuelta. Después de veinte años lejos de su casa y de su esposa a la cual el tanto amaba….

El primer día de viaje, encontró a una persona en el camino que le saludó y le preguntó: “¿Para dónde vas…?”, y él le respondió: “Voy a un lugar muy distante que queda más de veinte días de caminata por esta carretera”.

La persona le dijo entonces: “Este camino es muy largo, yo conozco un atajo por el cual llegarás en muy pocos días.”. El joven contento, comenzó a caminar por el atajo que le había recomendado la persona, pero se acordó del primer consejo que le había dado su jefe, NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA, CAMINOS MÁS CORTOS Y DESCONOCIDOS TE PUEDEN COSTAR LA VIDA. Entonces, se alejó de aquel atajo y volvió a seguir por el camino que llevaba…

Dos días después se enteró de que otro viajero que había tomado el atajo lo habían asaltado, golpeado y le robaron toda su ropa; ese atajo llevaba a una emboscada.

Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo…, encontró una pensión a la vera de la carretera. Era muy tarde, ya en la noche y parecía que todos dormían, pero una mujer malencarada le abrió la puerta y lo atendió. Como estaba tan cansado, tan sólo te pagó la tarifa por la estancia y sin preguntar nada…., se fue a la habitación, se dispuso a tomar un baño y se acostó a domir.

De madrugada se levantó asustado al escuchar un grito aterrador. Se puso de pie de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir hacia donde escuchó el grito. Cuando estaba abriendo la puerta se acordó del segundo consejo: NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL, PUES LA CURIOSIDAD POR EL MAL PUEDE SER FATAL.

Regresó a su habitación y se acostó de nuevo a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le preguntó si no había escuchado un grito y él le contestó que sí lo había escuchado.

El dueño de la posada le preguntó: “¿Y no sintió la curiosidad?. El le contestó: “Que no”. A lo que el dueño le respondió: “Ud., ha tenido suerte en salir vivo de aquí, pues en las noches nos acecha una mujer maleante con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el huésped sale a enterarse de lo qué está pasando, lo mata, lo entierra en el quintal, y luego se esfuma”.

El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa.

Después de muchos días y noches de caminata…, ya al atardecer, vió entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa, caminó y vió entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzó a ver ella no estaba sola. Anduvo un poco más y vió que ella tenía en sus piernas a un hombre al que estaba acariciando los cabellos. Cuando vió aquella escena… su corazón se lleno de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad.

Respiró profundamente…, apresuró sus pasos…, y fue cuando recordó el tercer consejo: NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, PUES PUEDES ARREPENTIRTE DEMASIADO TARDE. Entonces se paró y reflexionó; decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día siguiente tomar una decisión.

Al amanecer, ya con la cabeza fría, dijo: “¡¡¡VOY A MATAR A MI ESPOSA!!!, voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta; sólo que antes quiero decirle a mi esposa que siempre le fuí fiel a ella”.

Se dirigió a la puerta de su casa y tocó. Cuando la esposa abre la puerta y le reconoce, se cuelga de su cuello y lo abraza afectuosamente. El trata de quitársela de encima, pero no lo consigue. Entonces con lágrimas en los ojos le dice: “Yo te fuí fiel y tú me traicionaste…”, ella le responde: “¿Cómo?…, yo nunca te traicioné, te espere durante veinte años”. El entonces le preguntó: “¿Y quién era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde…?”. Y ella le contestó: “¡Aquel hombre es NUESTRO HIJO!, cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada; hoy tiene veinte años de edad.” Entonces el marido entró en la casa, conoció y abrazó a su hijo y les contó toda la historia……

Cuando se sentaron a comer juntos, el hombre sacó su último pan. Después de la oración de gracias, con lágrimas de emoción, partió el tercer pan que le había dado su patrón y al abrirlo, se encontró todo su dinero, el pago de sus veinte años de dedicación.

4 comentarios:

javier dijo...

Muy bonito, me ha encantado.

BOIRA_A dijo...

Lo es Javier Y ademas con moraleja

Un saludo desde la distancia y aqui sin saber nada de Chopingo se lo ha debido de tragar la santa tierra

unjubilado dijo...

Me ha gustado mucho, pensaba que el patrón se iba a aprovechar de él.

BOIRA_A dijo...

jubi, hay patronos y patronos y este fue muy bueno

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