España necesita un médico. El cáncer avanza

Que España no ha ido al médico es evidente. Zapatero vio que sus futuros votos menguaban, y colocó a Rubalcaba como Can Cerbero para que su barco saliera a flote. ¿Cuál es el barco de Zapatero? Obviamente, el electoral. Zapatero tiene el futuro asegurado. No piensen ustedes que sus hijas góticas dejarán de comprarse sus caros maquillajes dentro de tres años. El barco que ha asegurado Zapatero, repito, o ha pretendido asegurar, es el barco electoral. Pero como ya dijimos antes, Rubalcaba es astuto y malo, mas no es inteligente. A ver, ¿qué bien ha hecho Alfredo Pérez-Rubalcaba a la sociedad española? El único bien que se me ocurre que podría hacer es el de dimitir, y eso no pasa por ninguna de sus tres cabezas. El barco español lo están hundiendo un poquito más. Están jugando con el mundo a un “Hundir la flota” sui generis que consiste en lo siguiente: cuánto tiempo aguanta un barco con dos puntos cubiertos en que le cubran el tercero para hundirse del todo.


Vamos a hacer un poco de memoria. Hace dos meses, Zapatero anuncia en Washington el fin de la crisis de deuda pública en la zona euro. “Creo que la crisis de deuda que afectaba a España, y a la eurozona en general, ha pasado”. Eso decía Zapatero en una entrevista hecha por el Wall Street Journal en su edición europea. Seguro que cuando el periodista acabó la entrevista, se refugió en una ermita y rezó 20 padresnuestros por lo que a los españoles nos espera.


Bien. Esto ocurrió hace dos meses. La expresión “suspensión de pagos” no ya roza, sino que toca a Irlanda y a Portugal. La palabrita inglesa “default” que, en este contexto, tanto tememos, ya ha empezado a escribirse en Dublin y en Lisboa. Pero que Zapatero coja un bol y empiece a tragarse una vez más sus palabras, porque las letras “de-” de “default” ya se están escribiendo en España, que es el siguiente país en la lista. Vamos a ver. Sin ser un experto en Economía, hay que explicar que la prima de riesgo país se mide con el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo. Esa prima de riesgo país se situaba el pasado martes en 208,7 puntos básicos. La rentabilidad del bono español subía al 4,43%, la más elevada desde mediados de julio. Asusta aún más la siguiente cifra: los CDS (“credit default swaps”) se disparan hasta los 273 puntos.


¿Les suena la expresión “corralito”, no? ¿Se acuerdan de la que se lió en Argentina en los primeros años de este siglo? Si a ustedes les falla la memoria, no se preocupen, que dentro de un año-dos, como nuestra Economía siga caminando por este sendero ruinoso y suicida, viviremos algo parecido. Sigo aconsejando al personal que aprenda inglés, venda todas sus posesiones, e invierta en cualquier país del extranjero (que no sea masoca, eso sí, y no se meta en Irlanda o en Portugal). Fíjense en Alemania y en Inglaterra. Que sí, que mucho recorte social, pero la estrategia está dando frutos. No se fijen en Venezuela, ni en Irlanda, ni en Grecia, porque si no, el resultado será parecido. El truco es sencillo: ir a una academia de inglés, e inflarse a aprender. Todavía están a tiempo de pagarlo, porque como Zapatero siga en el poder y el cáncer económico español siga extendiéndose, lo mismo vamos a tener que pagar a plazos mensuales un paquete de tabaco.


Y los españoles sin reaccionar. ¿Que nos acercamos a la quiebra? ¿Y qué? Si lo estamos haciendo progresivamente todos los días, ¡si ya no nos duele! ¿Por qué los sindicatos no han dicho nada al respecto? ¿Por qué los banqueros y los empresarios no han alzado la voz? ¿Por qué la sociedad no se moviliza y manifiesta su sufrimiento? ¿Por qué el PP no se ha pronunciado aún? ¿Qué pinta un partido como UPyD, que se alimentó de las críticas al Gobierno y de una creatividad política notable, ahora que vive en el silencio y en el camuflaje político?


Avanza el cáncer a ritmo de Fórmula 1. Líbrenos Dios de un corralito made in Spain.

Así va España