Las eternas promesas de la Iglesia

Las eternas promesas de la Iglesia








El Nuncio Apostólico en España, Manuel Monteiro de Castro, ha insistido en que ahora no es momento para hablar de los bienes parroquiales. El Nuncio ha considerado que el inicio de la campaña electoral no es la situación más idónea para tratar de resolver este asunto, que no acaba de llegar a su fin.



Tras una larga presentación del Pabellón de la Santa Sede, que se instalará en el recinto Expo, el Nuncio ha contestado a las preguntas de los medios de comunicación sobre los bienes del Aragón oriental. Sin embargo, la esperada respuesta de Monteiro ha sido rígida y concisa.

De Castro cree que los problemas relacionados con la Iglesia, en este caso, el de los bienes parroquiales, se deben solucionar dentro de “casa” sin tener que llegar a los tribunales. Monteiro no acaba de decantarse por una solución y tampoco ha querido desvelar ninguna información de su reunión con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Además, el Nuncio ha pedido paciencia porque “las cosas se arreglarán”. Ha indicado que ahora, en el arranque de la campaña electoral, no es la coyuntura adecuada para hablar de las obras eclesiásticas. Así, Monteiro consigue evitar que este patrimonio se convierta en un posible tema del debate electoral.

Una vez más las piezas en litigio, todavía cobijadas en Lérida, vuelven a convertirse en el tema central del día, desplazando el interés de los mítines electorales y las promesas de los candidatos. Los aragoneses esperan que las palabras del Nuncio acerca de que el conflicto se solucionará, se hagan realidad de una vez por todas. En la Comunidad hay demasiado hartazgo sobre las promesas, aunque no electorales, de la Iglesia, así como de su falta de voluntad por hacer cumplir a sus acólitos las sentencias de los propios tribunales eclesiásticos.