Zapatero tendrá que dar la cara con el trasvase
01.04.08 08:03.
(PD).- Si el viernes fue la vicepresidenta De la Vega la que dijo «no» a trasvasar agua del Segre al Llobregat, ayer fue el turno de la ministra Narbona.
En una conversación telefónica con el consejero de Medio Ambiente catalán ratificó la negativa del Gobierno a esa operación. Sin embargo, Francesc Baltasar se resiste a arrojar la toalla.
Tras el nuevo varapalo a las intenciones de la Generalitat, el consejero argumentó que aún espera poder persuadir al nuevo Gobierno, ya que el actual está en funciones, lo que no deja de ser una forma poco elegante de menospreciar al Ejecutivo.
La situación ha llegado a tal punto que seguramente tendrá que ser el propio Zapatero el que, al final, salga a dar la cara.
En realidad, el presidente es rehén de su posición cerrada en contra de los trasvases y ahora sería un fraude y el pitorreo nacional que bendijese en Cataluña lo que negó a Valencia y Murcia.
El argumento de Montilla de que el trasvase de Barcelona sería para beber y el de Valencia y Murcia para campos de golf es faltar a la verdad de forma ruin.
Con el agravante de que él tiene mucho más que callar en este asunto que el propio Zapatero. Primero, porque el PSC, con Maragall entonces a la cabeza, fue determinante para arrastrar al PSOE y ponerlo contra los trasvases, pero también porque, después de haber pedido hasta la saciedad respeto para su Estatuto, dice muy poco en su favor que trate de ningunear el de Aragón, que se opone a transferir agua de la cuenca del Ebro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario